Los rellenos sanitarios son contenedores diseñados como métodos de disposición para residuos sólidos generados como desecho urbano. Estos desechos presentan un riesgo tanto para la salud como para el medio ambiente, ya que, como se comentó, son desechos principalmente sólidos, y a causa del proceso de descomposición y la presencia de agua de lluvia, se generan lixiviados potencialmente peligrosos.

 

La principal problemática es que estos lixiviados se infiltren en el subsuelo, por lo que la impermeabilización de los rellenos sanitarios es una necesidad imperativa. Uno de los métodos de impermeabilización más comunes es el uso de geosintéticos, como una geomembrana HDPE, que genera una barrera impermeable en la parte inferior del depósito, lo que permite la correcta contención de los desechos y protege el estrato de los lixiviados. Como protección ante el riesgo de rasgadura o punzonamiento, sobre la geomembrana se coloca una capa de geotextil no tejido que la protege.